Doñana en peligro: La desecación de las Lagunas Peridunares y la extinción del Torillo Andaluz

La desecación de lagunas en Doñana, causada por la sobreexplotación hídrica, ha llevado a la extinción del torillo andaluz. Según Ecologistas en Acción urgen medidas para revertirlo

El Parque Nacional de Doñana, uno de los espacios naturales más valiosos y biodiversos de Europa, enfrenta una crisis ambiental que pone en riesgo su delicado ecosistema. La sobreexplotación del acuífero costero ha provocado la desecación de las lagunas peridunares, afectando gravemente la biodiversidad que depende de estos puntos de agua. Entre las víctimas más visibles de esta situación se encuentra el torillo andaluz, una pequeña ave que ha sido recientemente declarada extinta en Doñana y, por tanto, en toda Andalucía.

El Torillo Andaluz: Una Extinción Evitable

El torillo andaluz, que encontraba su hábitat natural en las lagunas de Doñana, es un símbolo del impacto devastador de la mala gestión del agua en esta región. La desecación de las lagunas peridunares, que solían ser refugio de fauna durante los veranos secos, ha eliminado un componente crucial de la biodiversidad del parque. Ecologistas en Acción ha denunciado que esta extinción podría calificarse de «ecocidio», ya que es consecuencia directa de la alteración del entorno natural por la intervención humana.

La organización ecologista no tiene dudas sobre las causas de esta situación. La sobreexplotación del acuífero para abastecer a Matalascañas, un núcleo turístico en Almonte (Huelva), ha sido uno de los principales factores que han contribuido a la desecación de estas lagunas. A pesar de los intentos de Aqualia, la empresa subcontratada por el Ayuntamiento de Almonte para la gestión del agua, por minimizar el impacto, los datos hablan por sí solos: las lagunas peridunares están desapareciendo y, con ellas, las especies que dependían de esos ecosistemas.

Una Historia de Desecación

El proceso de desecación de las lagunas peridunares no es reciente; ha sido un fenómeno progresivo a lo largo de las últimas décadas. Según Ecologistas en Acción, en los años 80 se secó la primera gran laguna, la Laguna del Brezo, coincidiendo con el auge de Matalascañas como destino turístico. Durante los años 90, la expansión de la zona conocida como Caño Guerrero trajo consigo la desaparición de otras dos lagunas importantes: la del Charco del Toro y la del Pino.

El declive continuó en la década de 2010 a 2020, cuando varias lagunas más, como El Ojillo, La Parada, el Navazo del Toro y El Zahillo, también se secaron. Estas desecaciones ocurrieron a medida que Matalascañas ocupaba cada vez más kilómetros de costa, acercándose peligrosamente al límite del Parque Nacional de Doñana. Desde 2022, el problema se ha agravado con la desecación estacional de lagunas clave como La Dulce, Santa Olalla, Las Pajas y Los Hermanillos, que solían mantener agua incluso durante los veranos más secos.

El Papel Clave de las Lagunas Peridunares

Las lagunas peridunares han jugado un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad de Doñana. Estas pequeñas pero cruciales masas de agua proporcionaban refugio a numerosas especies, tanto acuáticas como terrestres, durante los duros meses de verano. Sin ellas, la fauna local, que ya enfrenta múltiples desafíos debido al cambio climático y la actividad humana, pierde una fuente vital de agua y hábitat.

Sin embargo, no solo el turismo de Matalascañas es responsable de la desaparición de las lagunas. La agricultura intensiva, que también depende de las extracciones del acuífero, ha ejercido una enorme presión sobre los recursos hídricos de Doñana. A pesar de esto, Ecologistas en Acción señala que la extracción de agua para Matalascañas, especialmente durante el verano, cuando el acuífero está más bajo, ha sido un factor determinante en el declive de estas lagunas.

Aqualia y la Gestión del Agua

Aqualia, la empresa encargada de gestionar el ciclo integral del agua en Matalascañas, ha argumentado que todas las extracciones de agua están autorizadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Sin embargo, Ecologistas en Acción rechaza esta justificación, señalando que la autorización legal no puede ocultar los efectos ambientales devastadores de estas extracciones. La empresa ha intentado trasladar la responsabilidad, pero los resultados hablan por sí solos: las lagunas peridunares están desapareciendo y, con ellas, el equilibrio ecológico de Doñana.

Un Llamado Urgente a la Acción

La situación en Doñana es crítica, pero aún podría revertirse si se toman las medidas adecuadas. Ecologistas en Acción ha insistido en que es fundamental abandonar la extracción de agua subterránea para abastecer a Matalascañas y recurrir a fuentes de agua superficial. Además, es necesario reforzar los programas de abandono del regadío intensivo en las zonas cercanas al parque. Sin estas acciones, el daño será irreversible, y más especies podrían seguir el trágico destino del torillo andaluz.

El uso de agua superficial es una solución clave que evitaría la desecación de las lagunas, especialmente durante los meses más calurosos, cuando el acuífero está en su nivel más bajo. Si no se actúa con rapidez, la intrusión salina podría hacer que la recuperación de estas lagunas sea imposible, sellando el destino de uno de los ecosistemas más importantes y frágiles de Europa.

Un Futuro en Juego

La desaparición del torillo andaluz es solo un síntoma del problema más amplio que enfrenta Doñana: la gestión insostenible de sus recursos hídricos. El parque, que es un patrimonio natural de incalculable valor, está en peligro debido a las decisiones humanas. Si no se toman medidas urgentes para proteger sus lagunas peridunares y garantizar una gestión más sostenible del agua, no solo perderemos especies únicas, sino también un ecosistema entero que ha sido un refugio para la vida silvestre durante milenios.

Ecologistas en Acción ha lanzado un claro llamado a la acción. La responsabilidad recae en las autoridades, las empresas y la sociedad para garantizar que Doñana no se convierta en una tierra de recuerdos de lo que una vez fue, sino en un símbolo de la resiliencia y la conservación ambiental.

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