Sendero Charco de la Boca en Doñana: Una Aventura Natural en muy cerca de Matalascañas

Descubre el Sendero Charco de la Boca en Matalascañas, una ruta de 3,8 km en el corazón de Doñana. Disfruta de pinares, observatorios de aves y un recorrido accesible para todos

Para los amantes del senderismo y la naturaleza, el Sendero Charco de la Boca en Matalascañas es una experiencia imperdible. Ubicado en el espectacular entorno del Parque Nacional de Doñana, este sendero de 3,8 km te invita a explorar una diversidad de paisajes y a conectar con la flora y fauna locales.

Detalles del sendero Charco de la Boca

Trayecto: Tramos circulares y lineales

Longitud: 3,8 km

Tiempo Estimado: 1 hora y 50 minutos

Dificultad: Baja

Tipo de Camino: Sobre tarima de madera

Paisaje/Vegetación: Pinares y bosque de ribera, alcornocal, vegetación palustre y matorrales

Sombra: En tramos circulares

Paisaje y Vegetación

El sendero Charco de la Boca ofrece una impresionante variedad de paisajes que te sumergen en la riqueza natural de Doñana. El recorrido comienza en un pinar, caracterizado por el pino piñonero (Pinus pinea), que ha sido parte del paisaje de Doñana desde el siglo XVIII. Este pinar se extiende a lo largo del sendero, proporcionando un entorno fresco y sombreado en algunos tramos.

A medida que avanzas, el paisaje cambia hacia un bosque de ribera, donde la vegetación palustre y los matorrales se hacen presentes. La Algaida del Carrizal, uno de los afluentes del arroyo de la Rocina, está cubierta de sauces y carrizos, ofreciendo una visión única de las zonas inundadas.

La Algaida del Meloncillo, otro tramo del sendero, presenta un suelo cubierto de un denso helechal, que sirve como transición hacia la vegetación de ribera. Aquí, grandes alcornoques se mezclan con sauces cerca del agua, creando un ambiente fresco y sombreado.

En los tramos finales, el sendero atraviesa áreas de monte blanco, donde los pinos dejan paso a una cubierta de jaguarzo blanco y diversas plantas aromáticas como el romero, cantueso y almoradux. Cerca del arroyo, la vegetación se diversifica con acebuches, coscojas, lentiscos y palmitos, enriqueciendo el entorno con su diversidad de colores y formas.

Recomendaciones

Es fundamental llevar agua potable y usar vestimenta y calzado adecuados para el recorrido. No se requiere autorización especial para realizar esta ruta, lo que la hace accesible para cualquier visitante interesado en descubrirla.

Descripción del Recorrido

El sendero comienza en el patio delantero del centro de visitantes de La Rocina. Aquí, una choza rociera representa los modos de vida tradicionales de la zona, construida con materiales locales como troncos de eucaliptos, sabinas o pinos y castañuela de la marisma.

El recorrido inicial te lleva hacia la orilla del arroyo a través de un pinar bajo cuyo suelo se extiende un tapiz de herbáceas. El pino piñonero (Pinus pinea) es una especie emblemática de Doñana, documentada en la zona desde el siglo XVIII.

El primer observatorio se asoma al último tramo del arroyo de la Rocina, donde el cauce se ensancha y se convierte en un hábitat ideal para numerosas especies de aves acuáticas. Durante las épocas de inundación, podrás observar aves como el calamón común, el avetorillo común o la cerceta pardilla, así como el morito común, la garceta común, la garza real y la garza imperial.

La Algaida del Carrizal y Más Allá

El sendero se adentra luego en la Algaida del Carrizal, un afluente del arroyo cubierto de vegetación abundante. La pasarela sobre tarima de madera ofrece una visión privilegiada de estas zonas inundadas, sorteando sauces y carrizos.

Al atravesar el caño, continúa el pinar hasta llegar al segundo observatorio, que da paso a la Algaida del Meloncillo, otro caño que lleva agua hasta el arroyo. En esta zona, el suelo se cubre de un denso helechal, creando una transición hacia la vegetación de ribera que bordea el cauce.

Paisaje y Vegetación

El sendero Charco de la Boca ofrece una impresionante variedad de paisajes que te sumergen en la riqueza natural de Doñana. El recorrido comienza en un pinar, caracterizado por el pino piñonero (Pinus pinea), que ha sido parte del paisaje de Doñana desde el siglo XVIII. Este pinar se extiende a lo largo del sendero, proporcionando un entorno fresco y sombreado en algunos tramos.

A medida que avanzas, el paisaje cambia hacia un bosque de ribera, donde la vegetación palustre y los matorrales se hacen presentes. La Algaida del Carrizal, uno de los afluentes del arroyo de la Rocina, está cubierta de sauces y carrizos, ofreciendo una visión única de las zonas inundadas.

La Algaida del Meloncillo, otro tramo del sendero, presenta un suelo cubierto de un denso helechal, que sirve como transición hacia la vegetación de ribera. Aquí, grandes alcornoques se mezclan con sauces cerca del agua, creando un ambiente fresco y sombreado.

En los tramos finales, el sendero atraviesa áreas de monte blanco, donde los pinos dejan paso a una cubierta de jaguarzo blanco y diversas plantas aromáticas como el romero, cantueso y almoradux. Cerca del arroyo, la vegetación se diversifica con acebuches, coscojas, lentiscos y palmitos, enriqueciendo el entorno con su diversidad de colores y formas.

Pasarelas y Observatorios

El sendero se bifurca ofreciendo la opción de continuar por la pasarela o internarse nuevamente en el pinar. La pasarela lleva a un terreno llano y despejado, ocupado por monte blanco y especies aromáticas como romero, cantueso y almoradux. En el entorno más húmedo del arroyo, la vegetación se diversifica con acebuches, coscojas, lentiscos y palmitos.

Dos observatorios ubicados en el recorrido permiten disfrutar de diferentes vistas del arroyo y su entorno. Siguiendo el otro ramal del sendero, se regresa al pinar, desembocando nuevamente en la Algaida del Carrizal, donde los carrizos y otras especies trepadoras dominan el paisaje.

Diversidad de Paisajes y Fauna

El sendero ofrece una gran diversidad de formaciones vegetales, desde pinares y alcornocales hasta carrizales y saucedas. Esta variedad crea un mosaico de paisajes que alberga una rica fauna, incluyendo especies como el lince ibérico y diversas rapaces.

Otros Senderos en la Zona

El Parque Nacional de Doñana ofrece varios itinerarios para conocer el entorno, incluyendo el Sendero Charco del Acebrón y el Sendero del Acebuche. Cada uno de estos senderos complementa la experiencia del Sendero Charco de la Boca, permitiendo una exploración más profunda de la biodiversidad y belleza de Doñana.

Conclusión

El Sendero Charco de la Boca en Matalascañas es una ruta accesible y rica en diversidad natural. Ideal para senderistas de todos los niveles, este recorrido te permitirá descubrir la majestuosidad de Doñana, sus paisajes cambiantes y su abundante vida silvestre. No olvides llevar tu cámara para capturar la belleza del entorno y hacer de esta una experiencia inolvidable. ¡Anímate a explorar este rincón natural de Andalucía!

Si quieres más información, puedes acceder a la página web específica del sendero Charco de la Boca de la Consejería de Medioambiente de la Junta de Andalucía.

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